La  jornada sobre “Enseñanzas  del Pase” del reciente fin de semana pasado representa para mí la consolidación del trabajo de darle cuerpo a la Escuela en nuestra sede. Conmovedora manera de celebrar en el marco de las contingencias chilenas.
Poner al centro de la Sede el pase a través del testimonio de Raquel, “en casa” como señaló ella, fue una experiencia inédita e inaugural del trabajo sostenido con que miembros, asociados y amigxs de la sede habitan este lugar. En la interlocución de Marcus André Vieira escuchamos los soplos de la escuela Una, haciéndonos parte de eso, que muchas veces vamos a buscar afuera y que este fin de semana aconteció en Chile.
Tres momentos marcaron las jornadas, primero el testimonio de Raquel que no es sin efectos en el cuerpo, sobre todo el coraje y apuro decidido con que nuestra querida colega cruzó su Rubicón. La celebración, el banquete de analistas concernidos por el trabajo y por último la interesante conversación política, cuyo saldo para mí es la palabra cada vez más libre para plantearnos lo que no anda, deseo de superar los impasses y mi propia respuesta frente a lo real que me llama al trabajo, trabajo, trabajo.