El encuentro con una Escuela: una experiencia desde lo éxtimo
Eleyne Gonzále
Asociada NEL-Maracaibo
El pasado fin de semana tuve la oportunidad de compartir una experiencia de Escuela junto a mis colegas de la Nel Santiago en ocasión de la visita realizada a Chile por Marcus André Vieira. Atendiendo a la invitación realizada por la comisión de medios y difusión de esta sede, me propongo compartir algo de eso que resonó en mí, y que es del orden de lo inédito.
Una de las cuestiones por las que elegí el psicoanálisis fue el amor de transferencia: cuestión ligada al saber, al trabajo, a la Escuela Una, pero también al analista. Sin lugar a dudas la transferencia como hizo referencia Marcus Vieira “sabemos, es el motor” y lo que ha sostenido mi deseo por el psicoanálisis, en tanto singular. Hago alusión a la transferencia porque fue uno de los temas en torno a los cuales giró la conversación política sobre “La Escuela de Lacan: lo que duerme, lo que despierta”.
Durante la conversación, Raquel Cors hizo una intervención que me resonó, parafraseándola: “lo que nos enseña la Escuela es primero creer que hay un Otro que sabe, para luego pasar al vacío de saber, no sin el propio plus de goce”. Esto me llevó a pensar en el lugar de la Escuela como ese Otro, como lugar para alojar el Sujeto Supuesto Saber pero también el acontecimiento del cuerpo, y entendida no como espacios delimitados sino en tanto Escuela Una.
Maracaibo, mi ciudad natal, dio cabida al encuentro con una sede que por muchos años ha tenido un lugar significativo para mí, fue el inicio de un largo recorrido y el lugar para alojar eso inconsistente que me habita. Lo agalmático de la transferencia parecía estar localizado. Sin embargo, la decisión de emigrar hizo tambalear esa consistencia e implicó una pérdida: “perdí Maracaibo” -como puntualizó Marcus- , pérdida que causó el trabajo analítico produciendo un despertar: “estoy en el país del psicoanálisis” y “mi deseo por el psicoanálisis está vivo”. Eso tuvo sus consecuencias: la puesta en acto del acercamiento a la sede de la NEL- Santiago y el encuentro con lo éxtimo pero orientado a lo pulsional, un encuentro con lo que me apasiona y vivifica, en un país donde hay Escuela.